Los Huesos
El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma
parte del endoesqueleto de los vertebrados. Está compuesto por tejidos duros y
blandos. El principal tejido duro es el tejido óseo, un tipo especializado de tejido conectivo constituido por células
(osteocitos) y componentes extracelulares calcificados. Hay 206 huesos
en el cuerpo humano. Los huesos poseen una cubierta superficial de tejido conectivo fibroso llamado
periostio y en sus superficies articulares están cubiertos por tejido
conectivo cartílaginoso. Los componentes blandos incluyen a los tejidos
conectivos mieloide tejido hematopoyético y adiposo
(grasa) la médula ósea. El hueso también cuenta con vasos y nervios
que, respectivamente irrigan e inervan su estructura.
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con
una estructura interna compleja pero muy funcional que determina su
morfología, los huesos son livianos aunque muy resistentes y duros.
El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma
el esqueleto
o sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de
conjunto en relación con las piezas próximas a las que está articulada.
Los huesos en el ser humano, son órganos tan vitales como los
músculos o el cerebro, y con una amplia capacidad de regeneración y
reconstitución. Sin embargo, vulgarmente se tiene una visión del hueso
como una estructura inerte, puesto que lo que generalmente queda a la
vista son las piezas óseas —secas y libres de materia orgánica— de los
esqueletos tras la descomposición de los cadáveres
Los huesos poseen varias funciones en el organismo humano, entre
ellas destacan funciones mecánicas, metabólicas y sintéticas.
Funciones
mecánicas
- Protección: Los huesos forman diversas cavidades que protegen
a los órganos vitales de posibles traumatismos. Por ejemplo, el cráneo o
calota protege al cerebro de posibles golpes que pueda sufrir éste, y
la caja torácica (o sea, las costillas y el esternón), protegen a los
pulmones y al corazón.
- Sostén: Los huesos forman un cuadro rígido, que se encarga
del sostén de los órganos y tejidos blandos.
- Movimiento: Gracias a los músculos
que se fijan a los huesos a través de los tendones, y a sus
contracciones sincronizadas, el cuerpo se puede mover.
- Transducción de sonido: Los huesos son importantes en el
aspecto mecánico de la audición
que se produce en el oído
medio.
Funciones
metabólicas
- Almacenamiento de minerales: Los huesos actúan como las
reservas minerales más importantes del cuerpo, sobre todo de calcio y fósforo.
- Almacenamiento de factores de crecimiento: La matriz ósea
mineralizada contiene importantes factores de crecimiento como el factor de crecimiento
insulínico, el factor de crecimiento
transformante beta, la proteína morfogénica ósea y
otros.
- Almacenamiento de energía: La médula ósea amarilla actúa como
reservorio de ácidos grasos, importantes para la homeostasis energética.
- Equilibrio ácido-base: La absorción o liberación de sales
alcalinas desde los huesos hacia la circulación amortigua los cambios
excesivos en el pH
sanguíneo.
- Desintoxicación: Los huesos pueden almacenar metales pesados
y otros elementos externos al cuerpo, sacándolos de la sangre y
reduciendo sus efectos en otros tejidos. Estos luego pueden ser puestos
en libertad poco a poco para su excreción.
- Función endocrina: Los huesos controlan el metabolismo del
fosfato por la liberación de factor de crecimiento de fibroblastos 23 (FGF-23), que
actúa sobre los riñones para reducir la reabsorción de fosfato. Las
células óseas también libera una hormona llamada osteocalcina,
lo que contribuye a la regulación de glucosa en la sangre y la
deposición de grasa.
Funciones
sintéticas
- Hematopoyesis: La médula ósea roja, que se encuentra en el
tejido esponjoso de los huesos largos se encarga de la formación de las
células sanguíneas.
Composición
Huesos del Esqueleto humano.
La constitución general del hueso es la del tejido óseo. Si bien no
todos los huesos son iguales en tamaño y consistencia, en promedio, su composición
química es de un 25% de agua, 45% de minerales
como fosfato
y carbonato de calcio, y 30% de materia
orgánica, principalmente colágeno
y otras proteínas. Así, los componentes inorgánicos alcanzan
aproximadamente 2/3 (65%) del peso óseo (y tan sólo un 35% es orgánico).
Los minerales de los huesos no son componentes inertes ni permanecen
fijos sino que son constantemente intercambiados y reemplazados junto
con los componentes orgánicos en un proceso que se conoce como
remodelación
ósea.
Su formación está regulada por las hormonas
y los alimentos
ingeridos, que aportan vitaminas de vital importancia para su correcto
funcionamiento.
Sin embargo, no todas las partes del cuerpo tienen este tipo de
tejido.
Es un tejido muy consistente, resistente a los
golpes y presiones pero también elástico, protege órganos vitales como
el corazón,
pulmones, cerebro,
etc., asimismo permite el movimiento en partes del cuerpo para la
realización de trabajo o actividades estableciendo el desplazamiento de
la persona. Forma el aparato locomotor originando la estructura ósea o esqueleto.Es
también un depósito de almacenamiento de calcio y
fósforo del cuerpo.
Los huesos se componen de un tejido vivo llamado tejido conectivo.
Los huesos se clasifican en:
- Huesos Largos.- presentan una forma cilíndrica, predomina la
longitud sobre el ancho y grosor, se dividen en tres porciones un cuerpo
y dos extremos (proximal y distal), generalmente se encuentran en los
miembros locomotores. Ejemplo: húmero, fémur, metacarpos, etc.
- Huesos Cortos.- presentan una forma cuboide, siendo que ninguna de
sus dimensiones predomina, su función es de amortiguamiento. Ejemplos:
huesos del carpo y tarso.
- Huesos Planos.- su principal característica es que son más anchos y
largos que gruesos, su función es la de proteger tejidos blandos e
inserción de grandes masas musculares. Ejemplos: escápula u omóplato,
huesos del cráneo y coxal.
- Huesos Irregulares.- no presentan forma o división predominante para
su agrupación, son impares y se localizan en la línea media, sus
funciones son variables aunque la de mayor importancia es la protección
del sistema nervioso central. Ejemplos: vértebras, occipital, falange
distal.
Tipos de
tejido óseo
Los huesos poseen zonas con diferente densidad de tejido óseo que se
diferencian macroscópicamente y microscópicamente en áreas de hueso
compacto y áreas de hueso esponjoso, no existen límites perfectamente
marcados entre las dos áreas existiendo entre ellos una pequeña zona de
transición.
Hueso
compacto (cortical)
El hueso compacto o cortical forma la diáfisis
(la porción alargada de los huesos largos que queda en el medio de las epífisis
o porciones distales de los mismos). Aparecen como una masa sólida y
continua cuya estructura solo se ve al microscopio óptico. Su matriz ósea
mineralizada esta depositada en laminillas, entre estas se ubican las
lagunas con los osteocitos (cada laguna con el osteocito es llamada
osteoblasto), desde cada una se irradian canalículos (conductillos muy
delgados), ramificados que las comunican y permiten la nutrición de los
osteocitos (recordemos que esto es importante ya que los osteocitos se
encuentran rodeados de matriz mineralizada que no permite la difusión de
nutrientes al osteocito).
- Concéntricamente alrededor de un canal longitudinal vascular
(llamado conducto de Havers), que contiene capilares,vénulas
postcapilares y a veces arteriolas, formando estructuras cilíndricas
llamadas osteonas o sistemas haversianos visibles al microscopio óptico.
- Entre las osteonas se disponen de forma angular formando los
sistemas intersticiales separados de las osteonas por las llamadas
líneas de cemento (capa de matriz ósea pobres en fibras colágeno
que no son atravesados por estos canalículos, o sea que no poseen
elementos vasculares; todo esto es observable al microscopio óptico).
- Por debajo del periostio sobre su superficie interna, y por debajo
del endostio se ubican alrededor de la circunferencia del tallo de forma
extendida las laminillas circunferenciales externas e internas
(paralelas a la superficie).
Los canales haversianos comunican entre sí con la superficie o la
cavidad medular por canales transversales u oblicuos llamados canales
perforantes o de Volkman que poseen vasos que vienen del periostio y del
endostio más grandes que los de las osteonas que comunican entre ellas.
Al microscopio óptico es difícil reconocerlos porque no se encuentran
rodeados de láminas concéntricas.
Hueso esponjoso
(reticulado, trabecular)
El hueso esponjoso o trabecular no contiene osteonas,
sino que las láminas intersticiales están de forma irregular formando
unas placas llamadas trabéculas. Estas placas forman una estructura
esponjosa dejando huecos llenos de la médula ósea roja. Dentro de las
trabéculas están los osteocitos, los vasos sanguíneos penetran
directamente en el hueso esponjoso y permiten el intercambio de
nutrientes con los osteocitos. El hueso esponjoso es constituyente de
las epifisis de los huesos largos y del interior de otros huesos.
Tejido óseo
Sustancia
Fundamental. Compone 10% de la matriz orgánica,
posee una concentración menor de glucosaminoglucanos (GAG), que el
cartílago (ácido hialurónico, condroitín sulfato, queratán sulfato), es
una matriz acidofila (en parte debido al colágeno).
Posee proteínas exclusivas del hueso como la osteocalcina unida a la
hidroxipatita. La osteopontina también unida a la hidroxipatita es
similar a la fibronectina.
Colágeno. Es el 90% de la matriz orgánica, de
tipo 1, posee muchos enlaces intermoleculares, insoluble en disolvente y
mayor hidroxilación de las lisinas.
Sustancia inórganica. Fosfato cálcico presente en forma de
cristales de hidroxiapatita que aparecen a intervalos regulados de 60 nm
a 70 nm a lo largo de las fibras . También posee citrato,
bicarbonato,
fluoruro,
magnesio
e ion sodio.
El hueso además posee afinidad por sustancias radioactivas que
destruyen sus componentes.
Células del
hueso
En el tejido óseo maduro y en desarrollo, se pueden diferenciar
cuatro tipos de células: osteoprogenitoras, osteoblastos,
osteocitos y osteoclastos. Los tres primeros tipos son estadios
funcionales de un único tipo celular. El proceso reversible de cambio de
una modalidad funcional a otra se conoce como
modulación celular.
Los osteoclastos tienen un origen hematopoyético compartido con el
linaje mononuclear-fagocítico. El estadio mitótico de los tres primeros
tipos celulares solo se observa en el estadio de célula
osteoprogenitora.
- Células osteoprogenitoras u osteógenas. Provienen del mesénquima en el embrión. Poseen una forma de
huso. Muestran retículo endoplásmico rugoso escaso, así como, Aparato de Golgi poco desarrollado pero se encuentran ribosomas libres en abundancia. En el adulto, se
encuentran en la capa celular interna del periostio y del endostio. Su
diferenciación depende de las condiciones del medio: Si la tensión
parcial de oxígeno es alta, se diferenciarán en osteoblastos;
si la tensión parcial de oxígeno es baja, se desarrollarán células
condrógenas.
- Osteoblastos. Formadores de matriz ósea. No
pueden dividirse. Los osteoblastos 'deciden las acciones a efectuar en
el hueso'. Surgen como diferenciación de las células osteoprogenitoras,
bajo la influencia de la familia de la proteína morfogénica ósea (BMP) y
del factor beta transformador de crecimiento TGF-β. Poseen elevado RER y un Aparato de Golgi
bien desarrollado, también se observan numerosas vesículas. Se comunican
entre ellas por uniones tipo GAP (nexo). Cuando quedan envueltas por la
matriz ósea es cuando se transforman en un estadio no activó, el
osteocito. Producen RANKL (receptor para la activación del factor
nuclear K-B), osteonectina (para la mineralización ósea), osteopontina
(para sellar la zona donde actúa el osteoclasto), osteocalcina
(mineralización ósea), sialoproteína ósea (une osteoblastos y osteocitos
a la matriz extracelular) y M-CSF (factor estimulante de colonias de
macrófagos . Poseen receptores de hormonas,
vitaminas
y citocinas,
como la hormona paratiroidea que induce al
osteoblasto a secretar OPGL(ligando de osteoprotegerina) y factor
estimulante de osteoclastos: éstos actúan en la diferenciación de
preosteoclastos a osteoclastos y en su activación. Participan en la
resorción ósea secretando sustancias que eliminan la osteoide
(fina capa de matriz NO mineralizada), exponiendo la matriz ósea para el
ataque de los osteoclastos.
Cuando los osteoblastos entran en un estado de inactividad se les
llama células de recubrimiento óseo y pueden revertirlo para secretar
citocinas o matriz ósea.
- Osteocitos. Se encuentran en el hueso
completamente formado ya que residen en lagunas en el interior de la
matriz ósea mineralizada. Su forma se adapta al de la laguna y emiten
prolongaciones digitiformes largas que se extienden por los canalículos
de la matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En
esas zonas de contacto las membranas forman un nexo que permite el
intercambio de iones,
moléculas
pequeñas y hormonas. Son similares a los osteoblastos, pero
menos activos y por lo tanto su reticulo endoplasmático y aparato de
Golgi esta menos desarrollado. Su función es seguir sintetizando los
componentes necesarios para el mantenimiento de la matriz que los rodea.
Están ampliamente relacionados con la mecanotransducción, proceso en el
que reaccionan a la tensión ejercida liberando cAMP (monofosfato de adenosina cíclico),
osteocalcina y somatomedinas lo que induce
a la adición de osteoblastos para la remodelación del hueso. Se discute
si se pueden transformar en osteoblastos activos.
- Osteoclastos. Tienen como función la
resorción ósea. Por su origen hematopoyético, son entendidos como
"macrófagos del hueso". Hasta hace poco, se creía que surgían de la
fusión de varios monocitos, pero, de acuerdo a las nuevas
investigaciones se ha descubierto que tienen su origen en el sistema de fagocitos
mononucleares y surgen de la diferenciación (mediada por citocinas
provenientes del osteoblasto) de macrófagos. Ubicados en las lagunas de
Howship pueden llegar a ser células gigantes (hasta 150 micrometros de
diámetro), con varios núcleos. Se encuentran polarizados con los núcleos
cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al
hueso presenta prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitadas
por profundos pliegues (se le llama borde en cepillo o borde
plegado). Abundantes mitocondrias
en el borde plegado, también en esta región hay lisosomas
y vacuolas.
Alrededor del borde plegado la membrana se une al hueso por filamentos
de actina
(zona de sellado donde el osteoclasto lleva a cabo su función de
reabsorción). En este sitio de sellado el osteoclasto bombea protones
que baja el pH (acidifica el medio), para disolver el material óseo. El
interior ácido del compartimiento favorece la liberación de hidrolasas
ácidas lisosomales y proteasas, como gelatinasa y colagenasa
(por el aparato de Golgi, reticulo endoplasmático y vesículas del
borde), que eliminan las sales de calcio y
degradan el colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.
Formación
del tejido óseo
Artículos
principales: Osificación endocondral y Osificación intramembranosa.
El hueso se forma por sustitución de un tejido conectivo preexistente
(el cartílago). Dos tipos de osificación: intramembranosa (o
directa) y endocondral (o indirecta).
Osificación
intramembranosa
(o
directa). Tiene lugar directamente en el tejido conectivo. Por este proceso se
forman los huesos planos de la bóveda del cráneo:
hueso frontal, hueso occipital, hueso parietal y hueso temporal. El mensénquima se condensa en conjuntivo
vascularizado en el cuál las células están unidas por largas
prolongaciones y en los espacios intercelulares se depositan haces de
colágeno orientados al azar que quedan incluidos en la matriz (gel poco
denso). La primera señal de formación ósea es la aparición de bandas de
matriz eosinófila más densas que se depositan equidistantemente de los
vasos sanguíneos que forman la red. Las células se agrandan y se reúnen
sobre las trabéculas, adquieren forma cuboidea o cilíndrica y permanecen
unidas por prolongaciones cortas, se hacen más basófilas
transformándose en osteoblastos que depositan matriz osteoide no
calcificada. Las trabéculas se hacen más gruesas, se secreta colágeno
que forma fibras orientadas al azar formando hueso reticular (colágeno
). Se depositan sales de calcio sobre la matriz extracelular (calcificación). Debido al
engrosamiento trabecular los osteoblastos quedan atrapados en lagunas y
se convierten en osteocitos que se conectan con los osteoblastos de la
superficie por medio de los canalículos. El número de osteoblastos se
mantiene por la diferenciación de células primitivas del tejido
conjuntivo laxo. En las áreas de esponjosa que debe convertirse en hueso
compacto las trabéculas siguen engrosándose hasta que desaparecen los
espacios que rodean los vasos sanguíneos. Las fibras de colágeno se
vuelven más ordenadas y llegan a parecerse al hueso laminar pero no lo
son. Donde persiste el esponjoso termina el engrosamiento trabecular y
el tejido vascular interpuestos se transforma en tejido hematopoyético.
El tejido conjuntivo se transforma en el periostio. Los osteoblastos
superficiales se transforman en células de aspecto fibroblástico que
persisten como elementos osteoprogenitores en reposo ubicados en el
endostio o el periostio pudiéndose transformar de vuelta en osteoblastos
si son provocados por ese motivo
Osificación
endocondral
(o
indirecta). La sustitución de cartílago por hueso se denomina
osificación endocondral. Aunque la mayoría de los huesos del cuerpo se
forman de esta manera, el proceso se puede apreciar mejor en los huesos
más largos, lo que se lleva a cabo de la manera siguiente:
- Desarrollo del modelo cartilaginoso: En el sitio donde se
formará el hueso, las células mesenquimatosas se agrupan según la forma
que tendrá el futuro hueso. Dichas células se diferencian en
condroblastos, que producen una matriz cartilaginosa, de tal suerte que
el modelo se compone de cartílago hialino. Además se desarrolla una
membrana llamada pericondrio, alrededor del modelo cartilaginoso.
- Crecimiento del modelo cartilaginoso: Cuando los
condroblastos quedan ubicados en las capas profundas de la matriz
cartilaginosa, se les llama condrocitos. El modelo cartilaginoso crece
en sentido longitudinal por división celular continua de los
condrocitos, acompañada de secreción adicional de matriz cartilaginosa.
este proceso genera un aumento de longitud que se llama crecimiento
intersticial (o sea, desde dentro). En contraste, el incremento en el
grosor del cartílago se debe principalmente a la adición de matriz en la
periferia del modelo por nuevos condroblastos, los cuales evolucionan a
partir del pericondrio. A este tipo de desarrollo por depósito de
matriz sobre la superficie cartilaginosa se le llama desarrollo por
aposición. Al continuar el crecimiento del modelo cartilaginoso, se
hipertrofian los condrocitos de su región central, probablemente en
virtud de que acumulan glucógeno para la producción de ATP y de que
sintetizan enzimas que catalizarán las reacciones químicas. Algunas de
las células hipertróficas explotan y liberan su contenido, lo que
modifica el pH de la matriz, este cambio activa la calcificación. Otros
condrocitos del cartílago en calcificación mueren porque la matriz ya no
difunde los nutrientes con rapidez suficiente. Al ocurrir esto, se
forman lagunas que tarde o temprano se fusionan para formar cavidades
pequeñas.
- Desarrollo del centro de osificación primario: Una arteria
nutricia penetra en el pericondrio y en el modelo cartilaginoso en
calcificación a través de un agujero nutricio en la región central del
modelo cartilaginoso, los cual estimula que las células osteógenas del
pericondro se diferencien en osteoblastos. Estas células secretan, bajo
el pericondrio, una lámina delgada de huso compacto, llamada collar de
matriz ósea. cuando el pericondrio empieza a formar tejido óseo, se le
conoce como periostio. cerca del centro del modelo crecen capilares
periósticos en el cartílago calcificado en desintegración. El conjunto
de estos vasos y sus correspondientes osteoblastos, osteoclastos y
células de la médula ósea roja recibe el nombre de brote perióstico o
yema perióstica. al crecer en el modelo cartilaginoso, los capilares
inducen el crecimiento de un centro de osificación primario, región en
que el tejido óseo sustituye la mayor parte del cartílago. Luego los
osteoblastos comienzan a depositar matriz ósea sobre los residuos del
cartílago calcificado, con lo que se forman las trabéculas del hueso
esponjoso. A medida que el centro de osificación se alarga hacia los
extremos del hueso, los osteoclastos destruyen las trabéculas recién
formadas. De este modo se forma la cavida medular, en el centro del
modelo, la cual se llena después con médula ósea roja. La osificación
primaria principia en la superficie exterior del hueso y avanza hacia el
interior.
- Desarrollo de los centros de osificación secundarios: La
diáfisis, que al principio era una masa sólida de cartílago hialino, es
reeplazada por hueso compacto, cuyo centro contiene la cavidad llena de
médula ósea roja. Cuando los vasos sanguíneos penetran la epífisis, se
forman los centros de osificación secundarios, por lo regular hacia el
momento del nacimiento. La formación de hueso es similar a la que tiene
lugar en los centros de osificación primarios; sin embargo, se
diferencia en que el tejido esponjoso permanece en el interior de la
epífisis (no se forma la cavidad medular). La osificación secundaria se
inicia en el centro de la epífisis y prosigue hacia el exterior, en
dirección a la superficie externa del hueso.
- Formación del cartílago articular y de la placa epifisiaria:
El cartílago hialino que cubre las epífisis se convierte en cartílago
articular. durante la niñez y la adolescencia se conserva cartílago
hialino entre la diáfisis y las epífisis, el cual se conoce como placa
epifisiaria y es la que permite el crecimiento longitudinal de los
huesos largos.
Alteraciones
de los huesos
El sistema esquelético está expuesto a patologías
de naturaleza circulatoria, inflamatoria, neoplásica,
metabólica
y congénita, tal como los otros órganos del cuerpo. Aunque no existe un
sistema estandarizado de clasificación, los trastornos de los huesos
son numerosos y variados.
Deformaciones
Las malformaciones congénitas de los huesos no son muy frecuentes, y
por lo general incluyen la ausencia de algún hueso — tal como una falange
— o la formación de huesos adicionales como una costilla.
Otras deformaciones incluyen el sindactilismo,
que es la fusión de dos dedos adyacentes; o el aracnodactilismo,
en la que aparecen dedos con la apariencia de una araña, asociado con el síndrome de Marfan. La acondroplasia
es el trastorno del crecimiento óseo más frecuente y la principal causa
de enanismo.
Fracturas
Fractura de cadera en paciente de 17 años posterior a caída sobre una
escalera.
Una de las afecciones óseas más comunes es la fractura. Estas se
resuelven por procesos naturales, tras la alineación e inmovilización de
los huesos afectados. En el proceso de cura, los vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie de hematoma
óseo que servirá como adhesivo y posteriormente se irá formando un
tejido fibroso o conjuntivo compuesto por células llamadas osteoblastos,
las cuales crearán un
callo óseo que unirá las partes separadas.
Sin embargo, la falta de tratamiento o inmovilización puede ocasionar
un crecimiento anormal. Los métodos para acelerar la recuperación de un
hueso incluyen la estimulación eléctrica, ultrasonido, injertos óseos y
sustitutos orgánicos con compuestos cálcicos, tales como huesos de
cadáveres, coral y cerámicas biodegradables.
Osteogénesis
imperfecta
La osteogénesis imperfecta es más
conocida como la enfermedad de los huesos de cristal. Es una enfermedad
congénita que se caracteriza porque los huesos de las personas que la
padecen se parten muy fácilmente, con frecuencia tras un traumatismo o a
veces sin causa aparente.
Esta enfermedad es causada por la falta o insuficiencia del colágeno,
por causa de un problema genético.
Osteoporosis
La osteoporosis es el término general para definir la porosidad del
esqueleto causada por una reducción de la densidad ósea. En esta enfermedad se
muestra la disminución de la resistencia del hueso, debido a una
alteración en la remodelación ósea, por ello hay un descenso de la masa
ósea, además de presentarse conductos amplios de reabsorción; en tanto
que la concentración de calcio en la matriz es normal.
La osteoporosis secundaria es la más frecuente y asociada con la tercera
edad, la menopausia y la actividad física reducida.
En homeostasis la unión del estrógeno con los osteoblastos a través
de receptores específicos, estimula a los osteoblastos para producir y
secretar matriz ósea. Con el decremento de la secreción de estrógeno por
la menopausia, la actividad osteoclástica (reabsorción) se vuelve mayor
que la osteoblástica (formación de tejido óseo nuevo), teniendo como
consecuencia la reducción de la masa ósea, volviendo frágil al hueso,
por incapacidad para el soporte de las fuerzas de tensión.
Sistema
nervioso
El sistema
nervioso es una red de tejidos de origen ectodérmico
en los animales diblásticos y triblásticos cuya unidad
básica son las neuronas. Su función primordial
es la de captar y procesar rápidamente las señales ejerciendo control y
coordinación sobre los demás órganos para lograr una oportuna y eficaz
interacción con el medioambiente cambiante.
Esta rapidez de respuestas que proporciona la presencia del sistema
nervioso diferencia a la mayoría de los animales (eumetazoa)
de otros seres pluricelulares de respuesta motil
lenta que no lo poseen como los vegetales,
hongos, mohos o algas.
Cabe mencionar que también existen grupos de animales (parazoa y
mesozoa)
como los poríferos,
placozoos y mesozoos
que no tienen sistema nervioso porque sus tejidos no alcanzan la misma diferenciación que consiguen los
demás animales ya sea porque sus dimensiones o estilos de vida son
simples, arcaicos, de bajos requerimientos o de tipo parasitario.
Las neuronas
son células
especializadas,
cuya función es coordinar las acciones de los animales
por medio de señales químicas y eléctricas enviadas de un extremo al
otro del organismo.
Para su estudio desde el punto de vista anatómico el sistema nervioso
se ha dividido en central y periférico, sin embargo para
profundizar su conocimiento desde el punto de vista funcional suele
dividirse en somático y autónomo.
Otra manera de estudiarlo y desde un punto de vista más incluyente,
abarcando la mayoría de animales, es siguiendo la estructura funcional
de los reflejos estableciéndose la división entre sistema nervioso sensitivo o aferente, encargado de
incorporar la información desde los receptores, en sistema de
asociación,
encargado de almacenar e integrar la información, y en sistema motor o
eferente, que lleva la información de salida hacia los efectores.
El sistema
nervioso, uno de los más complejos e importantes
de nuestro organismo,
es un conjunto de órganos y una red de tejidos
nerviosos cuya unidad básica son las neuronas. Las neuronas
se disponen dentro de una armazón con células no nerviosas, las que en
conjunto se llaman neuroglia.
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| Esquema general del sistema nervioso. |
El sistema nervioso tiene tres
funciones
básicas: la
sensitiva, la integradora y la motora.
La función sensitiva le permite reaccionar ante estímulos
provenientes tanto desde el interior del organismo como desde el medio
exterior.
Luego, la información sensitiva se analiza, se almacenan algunos
aspectos de ésta y toma decisiones con respecto a la conducta a seguir;
esta es la función integradora.
Por último, puede responder a los estímulos iniciando contracciones
musculares o secreciones glandulares; es la función motora.
Para entender su funcionalidad, el sistema nervioso como un todo
puede subdivirse en dos sistemas: el sistema
nervioso central (SNC) y el sistema
nervioso periférico (SNP).
El SNC está conectado con los receptores sensitivos, los músculos y
las glándulas de las zonas periféricas del organismo a través del SNP.
Este último está formado por los nervios
craneales , que
nacen en el encéfalo y los nervios
raquídeos o medulares,
que nacen en la médula
espinal. Una parte de estos nervios lleva
impulsos nerviosos hasta el SNC, mientras que otras partes transportan
los impulsos que salen del SNC.
El componente aferente del SNP son células nerviosas llamadas neuronas
sensitivas o aferentes (
ad = hacia;
ferre =
llevar). Conducen los impulsos nerviosos desde los receptores
sensitivos de varias partes del organismo hasta el SNC y acaban en el
interior de éste.
El componente eferente son células nerviosas llamadas neuronas
motoras o eferentes (
ex = fuera de;
ferre =
llevar). Estas se originan en el interior del SNC y conducen los
impulsos nerviosos desde éste a los músculos y las glándulas.
Clasificación anatómica del sistema nervioso
Está formado por dos divisiones principales:
Sistema
nervioso central
Sistema
nervioso periférico
El sistema nervioso central está formado por el encéfalo,
que comprende el cerebro, cerebelo, la lámina
cuadrigémina (con los tuberculos
cuadrigéminos) y el tronco
del encéfalo
o bulbo raquídeo, y por la médula espinal.
Los tubérculos cuadrigéminos constituyen un centro de
reflejos visuales. Los tubérculos son cuatro y se dividen en dos
superiores y dos inferiores. En la región interior de dichos tubérculos
se encuentra la glándula hipófisis, alojada en la "silla turca"
del hueso esfenoides y que controla la actividad del organismo.
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| Esquema simplificado del sistema nervioso. |
Clasificación funcional
Funcionalmente, el sistema
nervioso
periférico se divide en:
Sistema
nervioso somático
Sistema
nervioso vegetativo o autónomo.
El sistema nervioso somático está compuesto por:
Nervios espinales, 31 pares de nervios que envían información
sensorial (tacto, dolor) del tronco y las extremidades hacia el sistema
nervioso central a través de la médula espinal.
También envían información de la posición y el estado de la
musculatura y las articulaciones del tronco y las articulaciones
para el control de la musculatura
esquelética.
Nervios craneales, 12 pares de nervios que envían información
sensorial procedente del cuello y la cabeza hacia el
sistema nervioso central. Reciben órdenes motoras para el control
de la musculatura esquelética del cuello y la cabeza.
El sistema
nervioso vegetativo o autónomo se compone de centros bulbares y
medulares, así como de dos cadenas de 23 ganglios situados a ambos
lados de la médula espinal, y preside las funciones de respiración,
circulación, secreciones y en general todas las propias de la vida de
nutrición. Los órganos inervados funcionan con entera independencia de
nuestra voluntad; por esto se les llama sistema autónomo.
Atendiendo al origen y función de las fibras nerviosas el sistema
nervioso autónomo se divide en dos grandes grupos:
Sistema Nervioso Simpático: sus fibras se originan en la
médula dorsolumbar y su función es descargar energía para satisfacer
objetivos vitales.
Sistema Nervioso Parasimpático: sus fibras nacen en los
centros bulbares y sacro e interviene en los procesos de recuperación,
se encarga del almacenamiento y administración de la energía.
Ambos sistemas tienen funciones antagónicas y complementarias.
El nervio más importante del sistema parasimpático se llama
neumogástrico y sale del bulbo raquídeo.
Tejido Nervioso
Los órganos que integran el Sistema Nervioso están formados
fundamentalmente por el tejido nervioso cuyos elementos
constitutivos son las neuronas y células gliales que dan
origen a la sustancia gris formada por los cuerpos neuronales y
el neuropilo, y la sustancia blanca, formada por las fibras
nerviosas o axones y sus vainas.
Desde un punto de vista funcional, la sustancia gris forma centros
de procesamiento de la información y en la sustancia blanca se agrupan
las vías de conducción aferentes y eferentes y las vías de comunicación
de dichos centros entre sí.
La información llega a los centros superiores desde la periferia,
pasando por una serie de centros intermedios, y lo mismo sucede con las
respuestas que desde los centros superiores llegan a la periferia
atravesando un número variable de centros de procesamiento.
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| Neurona, ganglios, nervios conforman el tejido
nervioso. |